jueves, marzo 14, 2013

En exclusiva para el mundo: la transmisión televisiva del Cónclave 2013-I

Con el tema del cónclave y la elección del nuevo papa, los medios periodísticos (que de por sí se pegan hasta de la tapada de un hueco para enviar corresponsales a cubrir un evento) se volvieron locos por tener los pormenores de ese acontecimiento que es como las narconovelas: nadie conoce a alguien que se las vea, pero misteriosamente siguen teniendo altísimo rating. Gracias a la magia del tuíter y a la labor infatigable de un montón de desocupados sin vida (?) muchos pudimos seguir el evento minuto a minuto. En exclusiva para el mundo entero, La Monserga del Fútbol transcribirá los apartes más importantes del cubrimiento en vivo que hicieron algunos canales deportivos latinoamericanos de tan magno acontecimiento, y que no todos pudimos ver. 

Nota: nos toca (?) agradecerle a nuestros corresponsales en tuíter @carlosvjerezll, ‏@jfgonzalema, ‏‏‏@osedcas@fidox@jmaquino, ‏@evitalinuxera@DaniFRamirez@jhonnylozano, @zapp235,  @chanananas, @ElPerroYLaCalle@warlockcaos, @aldo_be cuyo empeño en no ocuparse de algo útil llevó a cubrir el cubrimiento (o sea) del cónclave. Aquí va, y si tenemos algún error recuerden que errare humanum est.

Yo sinceramente pensé que se iba a colocar "Facundo I" o "Leandro Mariano I"
Se abre el programa. Suena la música de “La Última Palabra” mezclada con un sample de “Sadness Part I” de Enigma. Aparecen Fernando Niembro, con su escaso pelo revoleando al viento, y Mariano Closs de pie, ambos con micrófonos y audífonos, con la Plaza San Pedro del Vaticano llena de fieles al fondo.

Fernando Niembro (marcial y prosopopéyico): Holáquétal, cómo les va. Se siente un ambiente trepidante, memorable, aquí en Roma, cuando son las 15:54 hora local en la capital italiana. Es el gran día, lo que todo el mundo católico está esperando con ansias casi pletóricas de sentimiento pontificio. Y desde aquí estamos transmitiéndoles los avatares de este tra-scendental cónclave para todos ustedes, saludándolos desde Roma con Mariano Closs. Qué tal, Mariano.
Mariano Closs: Buenos días a todoas, buenos días a toda América que nos está viendo por las pantallas de Fox Sports. Es un momento muy importante para el mundo católico, Fernando. El público está expectante asistiendo a este momento fulgurante, vibrante, en el que hay (¡cómo no!) un argentino, con muchísimas opciones de traerse la tiara para Argentina, dan Niembraa!
Fernando Niembro: No sabés como es esto, Mariano: la plaza de San Pedro está re-pleta, re-pleta de fieles argentinos: se percibe en las calles el aroma a tango, a mate, a Boca (?), hay un argentino por cada diez mil italianos aquí, debe ser el momento con mayor densidad poblacional de argentinos en Ciudad del Vaticano en toda su historia. Cómo se está viviendo la fiesta, Tití.
Tití Fernández (acogotado, en la calle): Qué tal, Fernando, Mariano, un abrassso para todos los televidentes. Te cuento que esto aquí es una locuuura, hay cientos de guardias suizos custodiando la entrada al despacho principal del camarlengo Tarcisio Bertone, y eso dificulta nuestra labor de informarles a todos ustedes los pormenores de lo qué-está-pasando en este cónclave. Y les tengo un dato, Fernando y Mariano: (dice de repente, con voz rimbombante; en el fondo se oye a Niembro “Ajá?”) monseñor Angelo Scola, uno de los más opcionados a alzarse con la tiara, ha cancelado los vacaciones que tenía programadas para el próximo mes en el conocido balneario de Capriarí, lo que ha encendido fuertes rumores entre los periodistas que asistimos al evento, Fernando.

El Malleus Maleficarum (?)
Fernando Niembro (docto): ¿No deja de ser curioso, eh, Mariano? Vámonos a la planta baja, qué tal, Marcelo.
Marcelo Benedetto (en un semioscuro pasillo recargado de pinturas renacentistas): Cómo te va, Fernando, saludos para Mariano y Miguel. Les cuento que estoy en el pasillo de Castellozzi, que conduce directamente a la Capilla Sixtina. Ahora mismo se está manejando una desprolijidad inusual, probablemente debido a que, bueno, estamos en medio del cónclave (repentinamente atento), atención Fernando, que están pasando en estos precisos instantes varios cardenales, vamos a ver si logramos conseguir unas declaraciones (pasa un cardenal rollizo y a todas luces europeo)… hola, hola… ¿parla español? ¿No? Chao. Seguimos buscando, a ver si tenemos suerte… hola, ¿voce parla español? Chao, gracias, eh? Seguimos con..
Fernando Niembro (interrumpiendo): un momento, Marcelo, vamos con Miguel Fernández…
Tití Fernández (con un cardenal negro de aspecto venerable y docto): sí Fernando, estoy en este momento con el cardenal ghanés Peter Turkson. (Le pregunta) Sentís que es el momento de un papa negro, Peter. (Respuesta en un español ininteligible. Tití asiente con la cabeza). La gente está muy pendiente de vos, Peter, porque, si me permitís una comparación, sos el futuro negro de la iglesia. Te sentirías contento si quedás elegido como papa, Peter (Otra respuesta en un español ininteligible. Monseñor se despide apresuradamente y se va. Tití musita un “chau, felicidades, te mando un abrazo”).
Fernando Niembro: Gracias, Tití, muy esclarecedoras las palabras del obispo nigeriano. ¿Sabías vos, Mariano, que monseñor Peter Turkson no solo es negro sino nigeriano? Así como lo son 160 millones de nigerianos? Es un dato im-por-tantísimo para este cónclave que se avecina y… decime Walter.
Walter Safarian (en una mesita colocada peligrosamente al borde de una tarima, mientras se arreglaba las gafas): Fernando, si me permitís, Monseñor Turkson es ghanés, no nigeriano…
Fernando Niembro (notoriamente molesto): pero qué importa, Walter. Es africano, ghanés, negro, lo que vos querás. No nos salgamos de lo que nos ocupa, Walter. Bueno, a lo que vinimos, pooor favooor (manotea la mesa). Siguen arribando los cardenales al sitio de reunión, todos ellos seguros con Travel Air Assistance, que te lleva desde tu casa hasta donde vos querás, 1-8000-7654 en Ezeiza. Hablando de todo, Mariano, ¿sabés lo lindo que se ora en la Santa Sede? Cuando paso por Castengaldolfo no puedo dejar de ir donde mi confesor Pío Bazzari, con el mejor oratorio de la ciudad y una vista im-presionante de la Vía di Régola,  que era donde Federico Fellini tomaba todos los días su café vespertino… decime, Marcelo.
Marcelo Benedetto: atención Fernando y Mariano, y todos los televidentes de Hispanoamérica, que ya se están cerrando las puertas de la Capilla Sixtina, donde se realizará el cónclave.
Fernando Niembro (rimbombante): Muchísima atención, que en este momento se cierran las puertas del cónclave, las cuales se vuelven a abrir solamente cuando elijan papa. A menos que llamen a Cerrajería Marinelli, Móvil 234752, Necochea 762 La Plata, servicio garantizado las 24 horas. Desde este momento solo cabe esperar que haya humo blanco, y que salgan anunciando el “habemus papa”, dicho en el idioma latín que hablamos millones de latinoamericanos. (Fastidiado) Decime, Walter.
Walter Safarian (con un manojo de papales, y con aire de "tengo-la-propia"): Fernando, ¿sabés que de los últimos veinte papas elegidos solamente dos han nacido fuera de Italia? Te doy el listado completo (sin tomar aire): en el cónclave de 1724 italiano en 1730 italiano 1740 italiano 1758 italiano 1769 italiano 1775 italiano 1800 italiano 1823 italiano 1829 italiano 1831 italiano 1846 italiano 1878 italiano 1903 italiano 1914 italiano 1922 italiano 1939 italiano 1963 italiano 1978 italiano 1978 polaco y 2005 ale-mán.
Fernando Niembro (a punto de explotar): cortala, Walter. Cortala, ¿eh? Vamos a comerciales (Suena “Sadness Part I” esta vez solo).

En este momento nuestros corresponsables cambiaron a ESPN, donde estaban transmitiendo en vivo desde el programa “Habemus de Fútbol (????)”. En ese preciso momento estaban enfocando al Patrón Bermúdez en medio de una disertación:

“El Patrón” Bermúdez: …es que eso va en tus genes, Andrés. (Incisivamente) No PODÉS aspirar a ser papa si no salís a atacar desde el vamos (?). Le tenés que tirar tu dogma encima a la herejía, tenés que salir a morder, a socavarlos desde el fondo, sino te morís. Cuando te PONÉS la sotana púrpura te transfigurás.

Los corresponsales se cansaron y volvieron a Fox. En ese momento estaba Don Fernando comentando:

Fernando Niembro: …sabías Mariano, que por cada diez millones de niños alemanes uno resulta siendo cardenal 70 años después? Es un país de fortísima tradición cardenalicia, Alemania, que tiene la tasa de iglesias por megámetro cuadrado más alta de Europa Central. Y notan mucho la falta de Benedicto, ¿eh?, el Vaticano perdió mucho empuje con la salida de Ráizinga. Y usted, no se vaya a perder: con Dollar Rent-A-Car tiene movilidad asegurada y servicio de GPS personalizado. 1-8000-09821 en Chacras del Coria. Seguimos informando: van 6 minutos de cónclave, y por ahora, vamos a nueva votación (?). Adelante, Marcelo.
Marcelo Benedetto (expectante): Fernando, acabamos de ver por acá cómo dos monaguillos arrastraban un bidón de lo que al parecer es Pelclorato de Potasio, que, como seguramente todos sabrán, es un aditivo que se utiliza industrialmente para producir humo negro (?). Todo parece indicar que la primera votación no será concluyente.
Fernando Niembro: Interesante. Interesante, ¿eh, Mariano? No hay consenso aún en quién debe ser el nuevo papa, lo que favorecerá seguramente los movimientos de Bergoglio por la derecha. El Potasio se extrae de la potasa, siendo Estados Unidos, Alemania y Canadá los mayores productores del mundo...

Paso a ESPN. Sigue el Patrón:

“El Patrón” Bermúdez: …te mata el exceso de confianza, vos NO PODÉS entrar como papable al cónclave, porque sino salís como cardenal...

Asco. Otra vez Fox:

Fernando Niembro: …porque la iglesia católica requiere permeabilidad total acerca de lo que sucede adentro del cónclave. Permeabilidad que solo Recuplast Hidroesmalte puede brindar…

Resignación. A nuestros corresponsales les tocó seguir el cónclave por Fox Sports. A desgano, escuchan los avances narrativos de don Fernando: “im pre sio nan teee Bergoglio, como va apilando votos por derecha de manera noo taa ble”,  “pasale el voto a Bergoglio, míralo ahí solo en la punta”; los comentarios de Benedetto “…ayer comíamos asado en casa de Bertone y decía embromando a los demás muchachos: "Creo que no tengo rival” y las respectivas puyas burlescas de respuesta de Closs “¿Y usted qué hacía en casa de Bertone?". 

Finalmente, hay humo blanco. La expectativa general se traduce en jolgorio al conocerse la noticia que el nuevo papa es argentino. Se escucha entonces en primer plano un cántico particular de un narrador invitado especialmente para este momento:

El Bambino Pons: (con la música del "Ave María" de Schubert): "Beeeeeergoooooooglioooooo / beeeeeergooooogliiiiiiiiiiooooooooo…”

Punto final. La jornada se cierra con la transmisión de dos entrevistas a Diego Maradona, una del día anterior (“Qué me importa a mí quién es papa, qué voy a saber yo de los papas, si todos son unos chorros que viven en sillas de oro y se cagan encima de los pobres”) y otra de hoy (“…qué lindo sería que el papa sea argentino! Encima Bergoglio es buen tipo, me pidió un autógrafo y se sacó una foto conmigo el otro día”…)

En la noche todo sigue sin cambiar para todo el mundo.

Muchísimas gracias a @carlosvjerezll‏@jfgonzalema, ‏‏‏@osedcas@fidox@jmaquino, ‏@evitalinuxera@DaniFRamirez@jhonnylozano@zapp235,  @chanananas, ElPerroYLaCalle@warlockcaos@aldo_be, que sin ellos este post possibilus non hubiera est (?). Algunos de sus aportes se utilizaron literalmente.

lunes, marzo 11, 2013

Denuncia pública de LMDF: devuélvannos a Marco Pérez

El Politburó de La Monserga del Fútbol, apoyado por su implacable y eficaz pool de abogados, quiere hacer públicamente una denuncia por suplantación, robo y estafa. Transcribimos el texto íntegro de la denuncia, la cual se envió a Amnistía Internacional, al Gran Duque Enrique I de Luxemburgo, a Bono y a la Sociedad Internacional de Protección al Árbol y demás Especies Maderables.

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Medellín, 11 de Marzo de 2013

Públicamente se le pide a los señores del club Gimnasia y Esgrima de La Plata que devuelvan de manera inmediata al señor Marco Jhonnier Pérez Murillo, varón (se supone, aquí no metemos la mano al fuego por nadie (?)), de 22 años a hoy, visto por última vez el 23 de Mayo de 2010 en La Plata, Argentina, durante el partido de vuelta de la Promoción de dicho virginal equipo contra Atlético de Rafaela.

Desde ese día las apariciones públicas del señor Marco Jhonnier Pérez Murillo han hecho más que evidente que alguien ha incurrido en el delito de suplantación de persona, pues ese artillero que embocaba cualquier pelota que le hacían llegar de cualquier manera cualquiera de los inhábiles compañeros de ese equipo (de aire, de centro, de rebote, rastrera, una pedrada, un camión de basura, un trapo mojado) desapareció totalmente dejando en su lugar a un reemplazo de origen y naturaleza desconocidos. 

Dicho acto ha afectado de manera deplorable la parte económica y deportiva de los clubes Zaragoza, Independiente, O´Higgins, Belgrano y el DIM, además de ocasionar prejuicios a la salud mental de los hinchas de dichos equipos. En particular los de este último, cuyo nivel de tolerancia a troncos  está ahora mismo a niveles históricamente bajos.

Se le pide a los dirigentes del club Gimnasia y Esgrima que procedan a devolver al futbolista donde sea que esté, o que digan en qué burdel o cabaret de La Plata se encuentra trabajando, para que se reintegre a sus actividades contractuales en vez del hoy titular.

¡...AND JUSTICE FOR ALL!

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Como soporte de la anterior denuncia, presentaremos un video en VHS con evidencias del antes de la suplantación (se mostrará que Marco Pérez no solo hacía goles, sino hasta golazos (!!!)) y del después de la misma:

Antes de la suplantación

Después de la suplantación

Sabemos que es un esfuerzo titánico el que nos espera, pero tenemos fe que antes de finalizar este semestre aparezca sonriente el buen Marco Pérez afirmando que relajaos, relajaos, que estaba descansando, ya se pondrá al día, jejejeje. Mientras tanto, a los hinchas del Medellín solo nos quedará esperar que se resuelva el caso, y rogar que el equipo logre negociar al impostor a alguna empresa de construcción aprovechando sus altísimas dotes de rebotabilidad, tenacidad y dureza.

En exclusiva: la tapa del brochure de presentación de Marco Pérez (?)

miércoles, marzo 06, 2013

Brevísimas La Monserga: Ahora sí se viene el Drim Tim de Alessis

El Politburó de La Monserga del Fútbol no se pudo aguantar las ganas de compartir con todos ustedes el alborozo sentido al leer esta noticia, que imprime una gota de esperanza a esta fanaticada hambrienta de buen fútbol y toque-toque.

En la Sala de Redacción de La Monserga hubo risas, champaña y abrazos colectivos por la noticia. Es que nos imaginamos esa explosión de fútbol lírico, vibrante, dúctil y hermoso, ofensivo, pícaro, desenfadado y clamoroso, estruendoso, épico, primoroso y jugoso, practicado como los dioses hubieran deseado que se jugara a la pelota. Ese fútbol pleno de belleza y ductilidad que tanto nos supo mostrar Alessis cuando dirigía a Equidad, club que cada semana derrochaba una magia que encantó a los treinta o cuarenta aficionados que lo iban a ver al hipódromo ese donde hacen de (jijiji) local (jijiji). Ese fútbol de ataque comandado por jugadores mágicos como  Dhawlim Leudo, Juan Carlos Quintero, Stalin Motta o Dáger Palacios.

Ya era hora, Alessis. Esperemos que el próximo domingo en Neiva contra Huila (otro club que siempre ha gustado de practicar un buen trato a la pelota, incluso siendo enemigo de las pérdidas de tiempo deliberadas) se vea ese fútbol ofensivo (algunos envidiosos dicen que "ofensivo a la vista", pero bue) tan propio de su estilo. ¡Que este Junior sea el Equidad barranquillero!

viernes, marzo 01, 2013

Parte II y Final - Top 10 de bajonazos históricos de selecciones Colombia

Estás en la Universidad y te tocó en el semestre una materia administrativa de relleno. El primer día entras al salón y encuentras con sorpresa que esa famoso modelo ex-reina de belleza está entre tus nuevas compañeras. Cada clase subsiguiente contempla tus inútiles esfuerzos para meterle conversa sin que ella te devuelva una mirada de indiferencia. Hasta que un día sales de un parcial y te quedas afuera del salón, esperando, y de repente sale ella, hermosa e imperial (?) a meterte conversa. Te sientes en el cielo. Siguen conversando, y quedan de salir el sábado siguiente. Empiezas a hablar mierda. Le cuentas a tus compañeros, como quien no quiere la cosa, que "el sábado no cuenten conmigo para farrear, marica, voy a salir con una hembra, de pronto la conoces...". El sábado pasa eterno, contigo lleno de expectativa de finalizar la noche en medio de las sábanas de la delicada y elegante cama de la modelo (ni modo de la tuya, cuyas sábanas no mandas a lavar desde que te las robaste de la otra pensión año y medio atrás). Cuando llegas a recoger la pelada, ella sale, se monta al taxi, te dice "vayamos a tal parte" y llegan allá, solo para encontrarse con que el novio de la modelo está esperándolos junto con 11 personas más (cinco parejas y una sobrante). Contemplas atónito e impotente el cipote de beso con que se saludan los dos tórtolos (?) y su mirada de amor desmedido ante la pinta y el olor a billete desmedido del man. Ella te presenta a todos con un cordial "Hey, les presento a fulano, es un compañero de la U", y acto seguido se empareja cada quién con su marca. Menos tú, obvio, que estás más perdido que Ñejo & Dálmata en el Monsters of Rock. Te resignas a emparejarte con la sobrante, que - obvio - es cipote de bagre sin esperanzas. Tu noche termina aportando para la cuenta la plata de tus pasajes de la quincena, sin levante de un carajo y más bajoneado que Uribe cuando se cierre twitter.

Eso es bajoneante. Tanto como las historias del post anterior (Parte I). Y las de este, pase, siga y lea:

Top 10 de bajonazos históricos de selecciones Colombia - Parte II

5. Colombia 0 - Brasil 6  - Mundial Juvenil 85 -1 de Septiembre de 1985 – Tbilisi (URSS)

23 años después, El Tiempo aprendió (ver el número 10 de este listado...)
El porqué del optimismo desmesurado de la masa futbolera criolla: antes del famoso Sudamericano Sub 20 de Paraguay en 1985 solo podíamos lucir la clasificación a Chile 1962 y el subcampeonato de la Copa América 1975 como antecedentes positivos de logros deportivos. Por lo que ese torneo significó un kabum (?) en términos de moral hasta el punto que por primera vez una selección hizo emocionar a todo el país (hablando de “país” como un ente integral que agrupa a los hinchas de todos los equipos, a periodistas deportivos y ajenos, a las tías que nunca habían visto fútbol, a las novias indiferentes al deporte y a los desconocidos que le metían conversa a uno en la calle mientras se observaba un partido en la vitrina de algún almacén de electrodomésticos). El equipo complementaba el trabajo sólido y solidario de Jairo Ampudia, José Romeiro Hurtado o James Rodríguez (que sí, que es el papá de) con la explosión de dos culebras adelante: John Jairo Tréllez y, sobre todo, el impresionante y desafortunado John Edison Castaño. Con tal actuación y el logro de la clasificación al Mundial sub 20 que se iba a jugar en la URSS, el orgullo patrio se exacerbó hasta niveles alcanzados solamente en la guerra de independencia contra España... 

(Momento: desde la sala de Redacción nos avisan que para muchos de ustedes hablar de la URSS es igual que mencionarles el Imperio Austro-húngaro. La Monserga Educa al Pueblo Ignaro: la URSS es como se conoce de forma abreviada a la Unión Soviética, que es como se conoce de forma abreviada a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Que era un estado “federal” compuesto por “países” “autónomos” bajo la “dirección amistosa” de Moscú. En resumen: el mismo brutal Imperio Ruso, pero comunista. La URSS estaba compuesta de lo que hoy conocemos como Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Estonia, Letonia, Lituania, Moldavia, Georgia, Armenia, Tadjikistán, Uzbekistán, Kazakhstán, Kirguistán, Turkmenistán, Azerbaiyán. Gracias a su desintegración como estado las eliminatorias se incrementaron con una cantidad anormal de partidos medio huevo en logares inhóspitos donde juegan a la pelota mientras descansan de una guerra por la disputa de un pedazo de pantano cerca al Mar Caspio. Sigamos…)

Para ese Mundial el Comité Organizador decidió mandar a las 16 selecciones a jugar en la mismísima mierda (?): la primera ronda se repartió entre las ciudades de Tbilisi, Minsk, Bakú e Ierevan. En esta última debutaron nuestras futuras estrellas del pasado: fue un infartante 2-2 contra Hungría en un partido que seguramente ha sido fuente de posts en La Monszergeszy de la Pellotast (?). Porque faltando cinco minutos no más Hungría se puso 2-0 arriba, pero nosotros lo empatamos con mucho de huevas y fútbol en dos minutos (goles de Álvaro Nuñez y Wilson James Rodríguez). Otro empate más (ante Bulgaria 1-1, gol de John Jairo Tréllez) y una victoria (ante Túnez 2-1, goles de Castaño y Tréllez) nos clasificaron a cuartos de final en medio del júbilo general de la afición. El ambiente era optimista por el buen juego del equipo y la fortaleza mental de los muchachos. ¿El rival a vencer en cuartos de final? Brasil.

Qué pasó: El 0-0 no se rompió en un muy apretado primer tiempo. Después vino LA deblacle: el equipo nacional se vino abajo con el primer gol de los brasileños a los 6 minutos del segundo tiempo: de ahí fueron cinco (!!!) en seguidilla para un impensado 6-0. Lo más bajoneante de todo fue no solo la descomunal rotura del ñango que nos pegaron sino el hecho de ser esta comprimida: en vez de una decepción diluída a lo largo de 90 minutos se tuvo concentrada en 45.

El post-bajonazo: con el 6-0 en contra la selección quedó eliminada (?). El equipo volvió en medio de la decepción general. De ese equipo nada más tres jugadores (René Higuita, Eduardo Niño y John Jairo Tréllez) tuvieron una carrera destacada.

4. Colombia 2 - Chile 3  - Copa América 1999 – 10 de Julio de 1999 – Luque (Paraguay)


El porqué del optimismo desmesurado de la masa futbolera criolla: en principio había mucha incertidumbre por ver cómo nos iba a ir con el recambio generacional post-próceres ochentonoventeros (retirados de mala manera en el grisáceo Mundial de Francia 98). El timonel escogido para liderar esa recuperación fue el optimista, desenfadado (?) y motivador Javier Álvarez, que llegó a la selección con un impresionante palmarés de…eh (sonido de apresurado paso de hojas)…mejor sigamos. Al menos a don Javier se le abonaba dos virtudes vitales a la hora de generar simpatía entre la masa: 1) practicaba un fútbol de ataque y 2) tenía un discurso motivador y de índole ganadora, en total contravía con el (hasta ese momento) tono precavido estilo "venimos a aprender" predominante en las declaraciones públicas de nuestros atletas. Esto último fue alabado por muchos de nosotros en su momento, ahora no se hagan los maricas: me acuerdo bien de muchos que bramaban “Así es que es, hay que salir a ganar, con este país de mentalidad perdedora nunca vamos a lograr nada!”

La gente agarró optimismo con la muy convincente primera fase: tres partidos, tres ganados, seis goles a favor, uno en contra. En medio de eso estuvo el clímax que siempre nos eleva antes de la estrellada: el 3-0 a Argentina de los tres penales fallados por Palermo. La sensación de euforia por ganar el clásico sudamericano (?), el buen fútbol mostrado, el júbilo que (incomprensiblemente) siente la afición ante noticias como “los diarios del mundo solo tienen elogios para la selección Colombia”, las declaraciones entusiastas de Javier Álvarez ("si cogemos mal parado a un equipo los goleamos...), la acostumbrada exacerbación de la victoria por el G*l Carac*l… todo se juntó para que (otra vez) la gente planificara con semanas de antelación dónde se iba a ver el partido y con quién. En Cuartos de Final nos tocaba Chile, que había entrado a segunda ronda por la puerta de atrás (como uno de los mejores terceros, con una victoria y dos derrotas). O sea: todo auguraba para FIESTA, SÍ, SÍ COLOMBIA/SÍ, SÍ CARIBE.

Qué pasó: Tanta euforia nos hizo olvidar un hecho muy importante: mientras a nosotros nos dirigía un joven aún pendiente de aprender en la vida a punta de fracasos (?), Chile era dirigido por el viejo zorro de Nelson Acosta, conocedor de las propias limitaciones de su equipo y las del rival. Nos pusimos en ventaja dos veces en el partido (1-0 con gol de Jorge Bolaño, ese crack adelantado a su tiempo en el ítem de peinados (?), y 2-1 por Víctor Bonilla) pero por sendas veces nos empató Chile con cabezazos de Pedro Reyes (¡un defensor central!) aprovechando el desorden para marcar de la defensa nuestra. Con el 2-2 el partido se nos fue de las manos. Y solo era cuestión de tiempo que Chile aprovechara la otra gran diferencia entre ambas escuadras: mientras nosotros teníamos de punta al inhábil, problemático y monolítico Hamilton Ricard, los chilenos tenían como nueve al crack de Iván Zamorano. Que nos empacó el tercero  mientras Bermúdez e Iván Ramiro Córdoba se dedicaban a tomarle las placas. Faltaban 25 minutos para el final, que para lo único que sirvieron fue para evidenciar la impotencia nuestra para quebrar un sistema defensivo medianamente plantado. Derrota y chaolín. 

El post-bajonazo: La eliminación trajo muchos cuestionamientos acerca de la experiencia para dirigir de Javier Álvarez. Sin embargo, la Federación decidió darle una nueva oportunidad: el Preolímpico para Sydney de Enero del año siguiente, que se jugó en una ciudad brasileña llamada Londrina… no sé si se acuerdan…

3. Colombia 0 - España 4  - Juegos Olímpicos 1992 - 24 de Julio de 1992 - Barcelona (España)



El porqué del optimismo desmesurado de la masa futbolera criolla: el preolímpico del mismo año jugado en Paraguay mostró un combazo de calidad muy pocas veces visto en una selección nuestra de categorías menores:  Miguel Calero, Diego Leon Osorio, Jorge Hernan Bermudez, Geovanni Cassiani, Jose Fernando Santa, Herman Gaviria, Harold Lozano, John Wilmar “Pelusa” Pérez, Victor Hugo Aristizabal, Ivan Rene Valenciano, Faustino Hernan Asprilla. Cipote de equipazo. Que arrolló a casi todos los que se le pusieron en frente. Llegamos a los Olímpicos de Barcelona con esa aura de can-di-da-tos que casi siempre nos termina pesando más que unas huevas de plomo. En el debut nos tocó los locales: en la escala de expectativas, la afición colombiana tenía apuntado lo siguiente, de mayor a menor: Ganar por goleada – ganar bien – ganar de arepa – empatar injustamente – empatar – perder injustamente – perder en un partido duro. ¿Falta alguna? No. FIN.

Qué pasó: faltaba una posibilidad: perder goleado, bailado, con dos expulsados, sin generar peligro y dando vergüenza en la cancha hasta el punto de no devolver una pelota que los españoles sacaron por Fair Play. Un oso total y absoluto, que nos dejó totalmente golpeados y con más dudas que Pepe Portocarrero en el mano a mano. Fue un 4-0 (goles de un pelaíto calidoso llamado Josep Guardiola, Kiko, Berges y un tal Luis Enrique) que nos hundió antes de tiempo.

El post-bajonazo: al equipo se le llenó tanto el cogote de preguntas que en la siguiente fecha no pasó de un empate muy soso contra Qatar (1-1, nos empataron faltando dos minutos). Y lo peor fue en la última fecha, en la que teníamos que golear a Egipto para pasar de ronda: a los 13 minutos íbamos ya 2-0 arriba (la afición se frotaba las manos), nos dormimos, nos metieron el descuento al minuto 23 (la afición comenzó a preocuparse), el empate al primer minuto del segundo tiempo (la afición comenzó a murmurar), metimos el 3-2 faltando 7 minutos (la afición se ilusionó con el milagro), y los egipcios nos metieron dos goles en dos minutos (!!!) para terminar 4-3 en contra nuestro (la afición mandó todo a la mierda).

2. Colombia 1 - Camerún 2 - Mundial 1990 – 23 de Junio de 1990 – Nápoles (Italia)


El porqué del optimismo desmesurado de la masa futbolera criolla: viejo, veníamos de la gran  victoria ante Alemania por 1-1 (?). ¡Cómo no estar más crecidos que reguetonero en discoteca VIP! El partido que por mucho tiempo (bue, por tres años) opacó el famoso 4-4 contra URSS fue un cúmulo total de emociones que terminó en una maizenada general y en análisis acerca de nuestras posibilidades de llegar a (al menos) semifinales. La afición estaba tan eufórica que veía casi como un hecho cumplido pasar a cuartos: ¿quién nos tocó en octavos? ¿Camerún? ¡Eso, papá! ¡Está fácil! ¡A esos negritos les ganamos! ¿Quién nos toca después…?

Qué pasó: un bajonazo in crescendo (¿o in descendo?) culminado con un garrotazo a la nuca. Empezando porque la afición, con total inocencia, de algún modo esperaba que el equipo saliera a arrasar a los camerunenses como si la selección nuestra fuera la Hungría del 54 jugando contra el Barranquilla F.C. Pasaban los minutos y lo único que sobraban eran los bostezos, las preguntas ingenuas de “pero qué nos pasa hoy”, el mirar el reloj. Pasaron los 90 minutos y el primer tiempo suplementario y todo se disolvía en una decepcionante espera; y de repente el balón le llegó a un viejito llamado Roger Milla, que notó que ese espacio custodiado por el Chonto Herrera y Luis Carlos Perea era una invitación permanentemente a entrar hasta el área. Y bueno, Roger Milla entró por ahí  (al igual que Davor Jozic en el gol que nos metió Yugoslavia, al igual que Pierre Littbarski en el gol que nos metió Alemania) y chan, 1-0. Pitos, shocks y la pregunta “¿Qué paso?”… a la etern… no, no hubo tiempo: apenas dos minutos después a Luis Carlos Perea no se le ocurre una mejor idea para no arriesgar el balón que devolvérselo a (de pie, carajo) grandísimo José René Higuita (sentarse el día que Bolivia gane un torneo de fútbol playa) con Roger Milla encima. Al que la solo le bastó meter el pie a estorbar para quitarle el balón al gran René, que vio, con la misma impotencia de un país repentinamente deprimido por la eliminación de un Mundial en el que nos veíamos mínimo en cuartos, por la caída ante un supuesto débil y, sobre todo, por la dolorosa pifia del gran René, como nos empacaban el 2-0 faltando seis minutos. Ahí sí el equipo se acordó de atacar y metimos el 2-1 en una tardía pared entre el Pibe y Redín. Pero ya no había nada que hacer.

"Ajjj, la cagué...."
El post-bajonazo: La jugada de Higuita marcó a mucha gente. Casi todo rondó sobre todo a la desafortunada jugada de René (al que le cayó el 90% de la culpa, como si Perea no hubiera tenido nada que ver): desde lamentos de “algún día tenía que pasar, que lástima que fuera PRECISAMENTE en el Mundial!” hasta algún idiota que habló de “irresponsabilidad”. 

1. El Hades de las bajoneadas. Colombia 1 - Rumania 3  + Colombia 1 – Estados Unidos 2 - 18 y 22 de Junio de 1994 – Los Angeles (EEUU)


El porqué del optimismo desmesurado de la masa futbolera criolla: Como varias de las anteriores bajoneadas, esta estaba precedida por un partido épico que nos marcó a fuego por generaciones de ganadores morales: el famoso y (a la postre) dañino 5-0 contra Argentina en el Monumental. Quiero que me lean con atención, muchachos imberbes que está leyendo estas líneas, para que lo recuerden en el futuro: ese partido, ese 5-0, fue el que nos jodió la evolución positiva que estábamos teniendo como selección. Ese partido maldito generó una euforia y triunfalismo más grandes que todas las que hemos reseñado aquí. Fue un regalo envenenado. Si lo hubiéramos sabido aprovechar estaríamos hablando hoy de, déjame decirte, un tercer o cuarto puesto en este mundial. Y qué se yo, algunos jugadores no tan desaprovechados, un Mundial siguiente más decente, una que otra clasificación más.

Porque lo que vino después del 5-0 no fueron amistosos de preparación. Fue una gira de exhibición de seis meses, los previos al Mundial. No nos preparamos un carajo: llevamos la selección a sitios tan disimiles como Miami, Villavicencio, Armenia, Arabia Saudí o Barinas a jugar contra selecciones de nivel variado como Suecia, Bolivia, la C de Nigeria, El Salvador o la B del Milan (!!!). Entre este ambiente de fiesta (más que optimismo) general se esperaba un trámite no regalado pero si muy pasable en el grupo que nos tocó en el Mundial, contra los locales (recién aparecidos en el plano internacional, que no tenían liga profesional), Rumania y Suiza (selecciones de segundo orden europeo). 

Qué pasó: fue un largo e imparable camino de depresión absoluta. Comenzó con el debut ante Rumania. Los rumanos tenían una artillería impresionante con varios nombres ilustres de su historia: Miodrag Belodedici, Gheorghe Popescu, Ilie Dumitrescu, Florin Radiciou y sobre todo, el impresionante, lagunero pero sumamente habilidoso y talentoso Gheorghe Hagi. Nuestra candidatura a ser campeones mundiales solo duró 15 minutos: tiempo que se demoró el no muy hábil pero letal Florin Radiciou en meterse por la derecha (oh, casualidad, el lado de.. sí, ellos), bailar un ratico y fusilar a Oscar Córdoba para el 1-0. De ahí en adelante se evidenció la falta de un Plan B en el equipo. Cuando la afición comenzaba a sentir un espacio vacío en el pecho que se llenaba a gotas de angustia y cagazo, llegó el 2-0 por una bañada con jabón y champú Johnson de Hagi a Córdoba. El descuento del Tren Valencia antes de finalizar el primer tiempo dio algo de esperanza (que no era completa por el desorden total del ataque nuestro), pero habíamos perdido la magia y la serenidad de las eliminatorias. Faltando dos minutos para el final el venenoso Radiciou metió el 3-1 aprovechando una tarde horrible de Oscar Córdoba y de su defensa.  

La confianza que tan firmemente se había construído con base en la habladera de mondá repetida, fluida y constante se comenzó a resquebrajar de a poquito en la afición y - grave - en el equipo. La siguiente fecha contra Estados Unidos era la oportunidad de despegar. Pero no: la selección salió a la cancha con una paja horripilante, sin ganas de tocar el balón, como recién levantados de una siesta de tres días seguidos. Así llegaron los dos mazazos: el primero con el tristísimo (y más doloroso aún por los hechos posteriores) autogol del gran Andrés Escobar, y el segundo a cargo de un muerto bastante notable por su tronquedad (?), pero con una voluntad que hacía disimular su inhabilidad: Earnie Stewart. Otra vez el Tren Valencia metió el descuento, cuando no había más nada que hacer. Terminó el partido y ahí sí toda la afición futbolística colombiana mandó todo a la misma paila del carajo.


El post-bajonazo: todo lo que hemos visto en el fútbol colombiano a partir de ese día es el post bajonazo de esos dos partidos.