Hoy hace 19 años en la mañana estaba yo en la casa donde vivía en esos días - una pensión de estudiantes por la carrera 70 en Medellín -, preparando una exposición que tenía al día siguiente a las 6 de la mañana en la Universidad. Bue, "preparando" es una licencia poética, porque en realidad tenía el libro abierto y la mente divagando no solamente en universitarias capaces de tener sexo con uno sin amor (?), sino, sobre todo en lo que iba a pasar en la cancha del Monumental esa misma tarde, en el último partido del grupo 7 de la FIFA para las eliminatorias al Mundial del 94, entre Colombia y Argentina. Llegábamos a la última fecha con un punto arriba de ellos y con la posibilidad de pasar directo con un empate: Argentina nos tenía que ganar sí o sí para clasificar a USA y evitar el repechaje. Mientras mis ojos se posaban sin mirar encima de textos más pesados que una bandeja paisa, hacía cuentas de cómo debíamos pararnos para contrarrestar la avalancha Menemista (?) que se preveía para la tarde. Si hubiese tenido twitter o facebook ese día le hubiese mandando mensajes a Pacho Maturana aconsejándole y dándole ánimos, pero, lamentablemente, por esos tiempos lo más inmediato era mandarle una carta por Adpostal que le hubiese llegado 3 semanas después.
En la pensión había un ambiente festivo y lleno de expectativa. La escena era siempre la misma: todos encerrados en sus habitaciones supuestamente estudiando, pero cada 10 minutos salía uno o el otro a fumar o a estirarse, lo que era excusa para gritar un ansioso "¡Maricaaaaaaa, todavía faltan 4 horas para el partidoooo, maricaaaaaaaa!". Ese día lo sentí más largo que un discurso de Hugo Ch*vez, sobre todo cuando se acercaba la hora del partido, lapso en el cual el tiempo se deformó de manera logarítmica. La famosa exposición se había ido ya a la mierda (llevaba 6 horas en la misma página del libro), pero estaba tranquilo porque "cualquier cosa estudio después del partido" (!!!!!!!!). Cuando empezó el juego estábamos todos con las huevas en la garganta y el culo revestido de titanio cristalizado de tanto pujar todo el día.
La venganza de los argentinos vino después (?) |
Hoy hace 19 años en la tarde me senté a ver el partido con varios contertulios (?) paisas y costeños (éstos últimos se la habían pasado rezongando todo el día con "Si Maturana no mete a Valenciano desde el arranque manda huevo"). La espera había fermentado el ánimo todo el día de tal manera que, cuando el juez Ernesto Filippi dió el pitazo inicial, salió espontáneo un grito conjunto de furia nerviosa: "¡¡¡¡¡Vaaaaaaamoooossss, Colombia, papáaaaaaaaaa!!!!!!". Colombia salió a la cancha con Oscar Eduardo Córdoba; Luis Fernando "Chonto" Herrera, Luis Carlos Perea, Alexis Mendoza, Wilson Pérez; Gabriel Jaime "Barrabás" Gómez, Leonel de Jesus Alvarez, Freddy Eusebio Rincón, Carlos Alberto "El Pibe" Valderrama Palacio; Faustino Asprilla, Adolfo "El Tren" Valencia. Argentina, dirigida por Alfio "Deniñometraguéunpapeldelija" Basile, salió con Sergio Javier Goycochea; Ricardo Daniel Altamirano, Oscar Alfredo Ruggeri, Jorge Horacio Borelli, Julio Cesar Saldaña; Fernando Carlos Redondo, Gustavo Zapata, Diego Pablo Simeone, Leonardo Adrián Rodriguez, Ramón Ismael Medina Bello, Gabriel Omar Batistuta. Un par de equipazos, quitando los detalles de Barrabás o Borelli (?), pero combazos al fin.
Nosotros teníamos la pequeña gran ventaja que estábamos en el pico más alto de nuestro rendimiento, mientras Argentina ya había pasado ese pico un par de años atrás. Pero eso no se vió al principio del partido, en el que los locales nos atacaron con toda la furia y llenándonos de pelotazos, centros, faltas y pijazos, y nosotros aguantando como podíamos. Un hecho curioso es que si le preguntas a uno que vió el partido te dice que Colombia todo el tiempo bailó a Argentina, pero viendo el juego años después te das cuenta de la gran cantidad de arepa que tuvimos en muchos pasajes del partido. El caso es que cuando ya no podíamos de la apretadera y pujadera y gritos de Ruggeri perro hijueputa y aguantando y sufriendo y empujando y sudando, llegó el gol de Freddy Rincón al minuto 41, y ahí la cosa se compuso.
Porque una cosa es que seas local y salgas al entretiempo pensando en romper el cero, y otra muy distinta es que salgas obligado a hacer sí o sí dos goles, y sintiendo además el murmullo inquieto de la gente en la tribuna. El golpe fué un gancho a la mandíbula, que se complementó con el 2-0 del Tino Asprilla a los 5 minutos del segundo tiempo. El lapso entre el 2-0 y el 3-0 del gran Freddy Rincón a los 19 minutos del segundo fue todavía de pujadera nuestra y de desespero de ellos, pero a partir de ese gol ya el partido fue nuestro. Llegó el 4-0 del Tino enseguidita del 3-0, y el baile y el Ooole y la fiesta hasta el 5-0 del Tren Valencia. No me acuerdo de un día en que a una selección colombiana le haya salido TODO como en ese partido: seguro metías a jugar a Hugo Rodallega y te metía dos goles...bueno, tampoco (?).
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Hoy hace 19 años en la noche todo el país (literalmente) salió a las calles a celebrar. Con la clásica e incomprensible costumbre para el extranjero de la tirada de Maizena. El ambiente de euforia fué algo que jamás viví, porque aparte de la clasificación al mundial, de la goleada, del orgullo que la gente sentía por meterle 5 a los argentinos en su casa estaban cosas intangibles e imprácticas como "nos aplaudieron", "Maradona lloró", "los humillamos", "argentinos creídos gonorreas" (?). Hay que añadir que el sentimiento generalizado de la metida de dedo a la selección Argentina en particular y a la nación argentina en general (?) se debió mas que todo a la putería por la habladera de mierda de los seleccionados y medios rioplatenses antes del partido. Sobre todo del caremondá de Ruggeri, que dijo algo así como "En Barranquilla nos hicieron pasar muy mal, ya van a ver cuando vengan al Monumental". Sí, bobo (?). Toda la avenida 70 en Medellín fué un inmenso mierdero de gente que salía a gritar, celebrar, cantar el himno, abrazarse sin conocerse (algunas tetas pude tocar ahí (?)), cantar huevonadas como "¡¡¡¡¡1, 2, 3, 4, cincooooooo!!!!" (...). La camaradería y el orgullo de ser colombiano que se sentía en el ambiente no se volvió a vivir en el país: jamás en mi vida había visto y he vuelto a ver una celebración tan sentida, tan llena de euforia y tan extendida a nivel nacional como esa de esa noche. El país entero se emborrachó. Yo incluído, claro, llegué a la casa no sé como a las 3:30 a.m. en un estado en que no era capaz de distinguir mi cama de la lavadora.
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Hoy hace 18 años y 364 días me levanté a las 10:00 a.m. con un guayabo más grande que camioneta de traqueto, y pensando en la puta exposición que no fuí a presentar (le dije al profesor que me había caído mal una comida el día anterior, pero no sé si me creyó (????)). Lo más notable de ese día fué que amanecimos (según la afición y los medios) siendo uno de los grandes y seguros candidatos al título en el mundial, sin tener en cuenta que apenas 24 horas antes éramos un buen equipo con expectativas de un buen papel en el Mundial. De ahí salieron las giras de preparación más parecidas a desfiles de victoria que a fogueos contra equipos importantes, las repeticiones insanas del 5-0 por TV, o la exacerbación del morbo y la desgracia ajena viendo y comentando la decepción de los argentinos. Y de ahí, vino el Mundial del 94...
Sí, muchachos, nadie se dió cuenta en su momento, pero en realidad ese 5 de Septiembre de 1993 en vez de volvernos grandes a nivel futbolístico nos reafirmamos en lo pequeños que somos.
¿Hoy hace 19 años... qué estaba haciendo usted? Cuéntenos aquí...
"Acompañando las victorias morales colombianas desde 1962" |
Hoy hace 18 años y 364 días me levanté a las 10:00 a.m. con un guayabo más grande que camioneta de traqueto, y pensando en la puta exposición que no fuí a presentar (le dije al profesor que me había caído mal una comida el día anterior, pero no sé si me creyó (????)). Lo más notable de ese día fué que amanecimos (según la afición y los medios) siendo uno de los grandes y seguros candidatos al título en el mundial, sin tener en cuenta que apenas 24 horas antes éramos un buen equipo con expectativas de un buen papel en el Mundial. De ahí salieron las giras de preparación más parecidas a desfiles de victoria que a fogueos contra equipos importantes, las repeticiones insanas del 5-0 por TV, o la exacerbación del morbo y la desgracia ajena viendo y comentando la decepción de los argentinos. Y de ahí, vino el Mundial del 94...
Esa tapa fué motivo de orgullo nacional. Quisiera añadir un "(?)", pero, lamentablemente, fué así. |
Sí, muchachos, nadie se dió cuenta en su momento, pero en realidad ese 5 de Septiembre de 1993 en vez de volvernos grandes a nivel futbolístico nos reafirmamos en lo pequeños que somos.
¿Hoy hace 19 años... qué estaba haciendo usted? Cuéntenos aquí...
De buena fuente me enteré que William y Adolfo estaban prendidos en el tercer gol.
ResponderBorrarNaaaaah!
Borrarhttp://www.myinstants.com/instant/pueden-sacar-el-aguardiente/
BorrarHace 19 años....yo tenía 9 años y estaba en tercero de primaria. Ese día mi mamá preparó carne frita, en Bogotá era un día de esos con el cielo negro pero que no llueve. Las calles estaban solas, como era de esperarse. En familia vimos el partido. Mi mamá, que de fútbol sabe tanto como yo de novelas ochenteras , y al ver tanto alboroto a eso de las 7 de la noche, decía "ahí tienen esos argentinos que me caen mal porque son todos creídos".
ResponderBorrarY bueno, después gente echandose maizena y jartando aguardiente, lo normal (?). Aunque en lo personal, me da más nostalgia el empate con Alemania en 1990, todavía se me sale un lagrimón (?) cuando lo veo en Youtube. Para mí, yo creo que el partido con Alemania y el 5-0 son una de los pocos momentos que han unido a todo este país tan resquebraajdo, hasta me imagino a guerrill*s, parac*s y narc*s celebrando, ingenuidad que llaman.
Ya volviendo al post y bajándole al azúcar, el 5-0 fue el principio del fín de una era grande en el fútbol colombiano, un final que aun se resiente.
Ah, lo olvidaba. VOT SI la del lado derecho con capúl de Grande Pa.
ResponderBorrarPues como usted bien lo reseña Maestro; ese día se vivió una alegría como pocas en este país; ya quisiera yo haber rumbeado manoteado y puteado(?) como usted... pero pasa que para aquella época éste servidor estaba a poco menos de 1 mes de cumplir los 10 años... y Tocó celebrar con gaseosa(?)
ResponderBorrarRecuerdo que ese 5 de septiembre era el último día de mis vacaciones escolares; al día siguiente empecé a cursar mi quinto año de Primaria; pero ese 5-0 nos ayudó a que ése no fuera el típico última día de vacaciones, donde uno anda más aburrido que Uribe en una cumbre de chancletos(?).
Jajaja, más aburrido que Uribe en la Internacional Socialista!
BorrarYo vivia en Barranquilla hace 19 years. Y si tus companeros costeros decian lo de Valenciano estando en Medallo, curramba estaba en pie de guerra pa madrear a los "rosqueros" esos si no lo ponia. No me acuerdo porque pero me toco ver el juego solo en la casa, aunque si me acuerdo que me toco apretar el * los primeros 41 minutos. Cursaba yo 11 de Bachillerato, y propio a esas epocas colegiales, estaba mas mondao que Mario Ballotelli en Ibiza. Lo que no olvido nunca es la sensacion de, no se, mezcla de alegria y superioridad con que amanecio todo el mundo ese dia, gente jugando bola e trapo a las 12.00 con ese sol tan bravo, todo porque goleamos a Argentina en Buenos Aires. Una pregunta para ti maestro YSEC: cual fue el gol que mas te gusto? La mayoria de la gente siempre escoge el globito de Asprilla, pero yo me quedo con el primero... ver como Carlos dejo regados a 3 argentinitos y ese pasesote que le puso a Rincon... ese gol es, basicamente, Carlos Valderrama in a nutshell...
ResponderBorrarComo te conte en el comentario anterior yo queria ser el 9 del Real Madrid y vocalista de Canibal Corpse. En esa epoca tenia 16 years y tenia intactas las posibilidades de llegar al profesionalismo y jugar en el blanco blanco a la vez que hacia trasladar a los Canibal de Florida a Madrid para poder ensaya. Ese dia por la manana, ante la expectativa del partido en la tarde, decidi hacer una doble jornada, de esas que tanto se quejan los profesionales. En la manana, despues de un desayuno liviano y rico en proteinas, jugue futbol 2 x 2 con mis hermanos en el garage de la casa. Por la tarde, horas antes del encuentro de Colombia-Argentina, decide repasar las letras del Butchered at Birth y hacer algunos guturales. Vi el partido sintiendome orgulloso de haber nacido amarillo, azul y rojo. En la tarde hice algo de regenerativo y luego, como me excedi gritando algunos goles, tome mucha miel de abeja con una pizca de ron para cuidar la voz. Al fin y al cabo, mi sueno estaba intacto y al otro dia tenia que volver a hacer doble jornada, entreno en el garage con mis hermanos y vocalizar a la espera de poder banquiar a Chris Barnes.
ResponderBorrarEn cuál comentario anterior? Qué pena, pero me perdí.
BorrarJaJa a Anónimo (el de arriba, no yo) 19 años después se le siguen estallando esos fríjoles que se metió el día del partido Argentina-Colombia.
BorrarEse fue el único partido de la selección Colombia de esa época, que por motivos de salud, me tocó verlo completamente sobrio. Quizá Dios en su sabiduría será qué fue lo que me evitó entonces, porque la euforia del final era como estar bien embalado de alguna vaina rara. Un infarto, a lo mejor. Como todos, salí a la calle, y los vecinos que ni me saludaban el 31 de Diciembre en la noche me decían "choque esos cinco!"
ResponderBorrarNi si los colombianos llegaran primero a Marte se repetiría algo así! (Modo tropicalista off...)
Claro! El "choque esos cinco!" fue el clásico de la noche. Y a uno que le parecía gracioso y super original eso, con esa prenda tan hp.
BorrarEse 5 de septiembre de 1993, habia apostado en una polla la astronómica suma de $200 y me la había jugado por un 0-0 con lo cual clasificabamos directo a USA sin mayores percances. Obviamente no me gané la polla y me importó un c*lo perder esa platica en medio de tanta emoción. Sin embargo, unos meses despues en medio de la "tuza postmundialista empece a creer (y aún en estos días con la nostalgía del paso de los años lo sigo creyendo) que un 0-0 hubiera sido el resultado perfecto, que nos hubiera permitido llegar sin presión a USA 94 y hasta de pronto hasta un muerto nos hubieramos ahorrado.
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo.
BorrarNadie se ganó esa polla, ni el mas borracho, chirrete, loco se hubiera imaFinado esa culiada que les metimos a los Argentinos, ojala se repitiese una vaina así, ese día tenia 6 a;os y no era consciente de lo magno del evento. Muy buen post maestro.
BorrarRecordando un post que hizo el maestro hace unos meses, para mi el 5-0 fue como levantarse a la vieja mas buena de la universidad, ganarsela al mas pinta de la clase y empezar a trabajarla pa coronartela, pero llegada la noche de la verdad, en pleno momento de efervescencia, te quedas dormido y al dia siguiente toda la universidad se entera.
ResponderBorrarTan rico como es recordar ese partido es amargo ver los resumenes del mundial del 94. El aporte colombiano se resume en el autogol de Escobar y su posterior asesinato. Cada vez se revelan mas detalles escabrosos sobre el ambiente que rodeo al equipo nacional en esa concentraciOn. Que lAstima porque ese equipo tenia con que hacer ruido en el mundial, no para ganarlo pero si para haber pasado a segunda ronda y de golpe a cuartos. Pero bueno, queda el consuelo de Francia 98... Plop!
ResponderBorrar14 años contaba yo en ese entonces, tarde de domingo con los parceros de la cuadra en la casa del que era el rico del barrio (años después supe que la plata entraba por negocios de dudosa procedencia, en ese entonces todo era inocencia)... se vino el partido y la puta apretadera hasta el golazo de Freddy... de ahí en adelante todo fue un: Estos hijueputas no nos ganan ni por el putas mijo!!!! goleada épica y salida en un carro a echar maizena... recuerdo vivo fue la cara de Batigol luego de que Oscár(?) Córdoba le atajara uno de tantos que le atajó esa tarde, impotencia absoluta de uno de los mejores goleadores que había visto en la vida...
ResponderBorrarTienes la razón, ese afortunado 0 - 5 no nos dio grandeza, por lo contrario, nos llevó a donde estamos hoy, debatiéndonos en los últimos lugares. Las grandes victorias, deberían enseñarnos humildad, darnos lecciones de orgullo, sentido de pertenencia y amor por los colores que vestimos, en cambio nos dan es ganas de cobrar más dinero y de pensar en cuanto voy a ganar después.
ResponderBorrarMi papa en aquel entonces era como aquel personaje de la película "La pena Máxima", el cual despotricaba de la selección Colombia y se sentía mas Argentino que hincha de desamparados de San juan.... yo tendría para esa entonces 10 años, y al igual que yo Soy el Carlos, con un proyecto estudiantil pendiente ( mapas de Asia : político y físico!!!). El cuento es que después del tercer gol de Colombia, mi papa, utilizando métodos de terror estalinistas, apago el televisor, cualquier tipo de radio y contacto con el exterior... Y ME MANDO A HACER LOS GRAN PUTOS MAPAS!!!!!!!!!!!!! Yo creo que fui de los pocos colombianos ese día que no pudo terminar de ver el partido en directo, y que no recibió un gramo de maizena de sus amigos.
ResponderBorrarno te perdiste de mucho (?)
BorrarDomingo oscuro,calles desocupadas en Bogota, me encontraba cursando octavo y el plan del domingo era ver el partido acompañado de un poderoso sancocho, en la casa de mis padres. Después del partido recuerdo muy bien las palabras de mi madre: bien hecho, eso les pasa por creídos y por no haberlos dejado dormir. No salí a celebrar, me quede a hacer lo que hacia todo los domingos en la tarde noche, alistar el uniforme
ResponderBorrardel colegio, embolar los zapatos y ver el guerrero del camino o quiere cacao. Después de ese partido Argentina se volvió enemigo a muerte con Colombia, o en eso se encargaron de convertirlo los periodistas o la gente del comun. Todos terminaron haciéndole fuerza a una desconocida Australia, la cual les hizo correr un poco más de lo que ellos esperaban.
Falta la imagen de otro fiasco televisivo llamado cebollitas.