jueves, agosto 29, 2013

Que descanses por siempre en el Cielo de los calidosos, Boricua

Por causa del imperialismo neo-colonial, la explotación del trabajador a todos sus niveles y la constante aplicación del Estado de políticas de protección a las grandes empresas - en vez de subvencionar al individuo romántico y ensoñador que preferiría recibir una subvención oficial por escribir lo que se le dé la gana en un blog - , los miembros del Politburó de La Monserga del Fútbol deben vender sus cuerpos (?) para sobrevivir. Este que les escribe, particularmente, tiene que viajar cada cierto tiempo a un lugar bastante recóndito de los Andes peruanos, sitio en el que las preocupaciones no son “pa´donde vamos a tomarnos los tragos, pues” o “qué tráfico tan hijueputa”, sino qué putas vamos a comer, qué frío tan catrehijueputa está haciendo, no me quiero bañar, qué mierda hago aquí, qué pereza levantarme con este frío, puta, por qué no nací hijo de Santodomingo o siquiera de Carlos Antonio Vélez (?).

En medio de esas tribulaciones me agarró con delay una noticia que me dejó más frío: se fue de este mundo de mierda el Grandísimo, Monolítico, Totémico; la Línea Maginot del Área, la Muralla de Piedra, el Grossísimo y Monumental (pónganse de pie, todos, y todo el día, maricas): José “El Boricua” Zárate. El Antihéroe por antonomasia del fútbol colombiano. Poco conocido por estas generaciones y totalmente ignoto en el exterior. Pero ídolo de este servidor, Santo Patrono de La Monserga del Fútbol. Abanderado de los que somos poco a nulamente dotados para manejar el balón, pero suplimos dicha limitación metiéndole huevas hasta corriendo a coger el bus en la mañana.


La carrera del gran Boricua no fue la estelar de muchos otros pero sí lo suficientemente sólida como para sacar más pecho: jugó como defensa central en el Junior (donde debutó a principios de los 70), Medellín y Cúcuta (en donde se retiró en 1984, a quién no se le quitan las ganas de seguir jugando estando en el Cúcuta!). Fue titular indiscutible en la selección Colombia subcampeona de América en el 75, en la que una jugada desafortunada lo marcó de algún modo el resto de su carrera. Era respetado y querido por todos, a pesar de sus repetidos gaffes dentro del área propia. Porque el Boricua regó por muchos años las canchas colombianas de sudor y ligamentos rivales, pero también de autogoles y penales en contra. Su proverbial limitación para manejar la redonda unida al ímpetu que le metía a evitar que el contrario marcara, originó que la estadística de autogoles y penales en contra del Boricua fuera, eh, respetable. Uno cuando escuchaba un partido del Medallo y sonaba el locutor “Penaaaaaallllll, a favor del (rival del DIM)” y/o “Autogol, autogol del Medellín”, podía apostar su alma aún inocente a que el autor material del mismo fue el Boricua

Por eso, desde el inicio de este bló muchos nos han preguntado: “Ysec, güevón: cuál es tu admiración por el Boricua, si decís que era tan malo!”. Incluso a nuestra filial en Catalunya, La Montsergat del Baló, le escriben cada cierto tiempo: “Jo! Ese tío de Colombia está más que majareta! Ese Boricua era un bestiajo que se la pasaba dando castañazos contra sí mismo! Jo! Més que el peor del Real!”. Están equivocados, muchachos: el Boricua no era un tronco. El Boricua era un limitado titán sacrificado y voluntarioso, impasable y férreo, inoxidable y grosso, con cuatro huevas puestas al servicio de evitar que el delantero contrario pase hacia el arco propio. Eso no es un tronco, eso es un héroe del común. Como usted o como yo, que no somos Messi, Van Basten, Falcao, Maldini, Iván Ramiro o ni siquiera el "Chaka" Palacios. Un tipo al que no le podías agarrar rabia por un autogol, o varios, porque en la cancha siempre, siempre defendía la camiseta del equipo con la misma convicción de un soldado inglés defendiéndose de la carga francesa en la Batalla de Agincourt.

Grossez
Por eso el Boricua, para mí, es un símbolo del DIM sufrido, batallador y esforzado que se pasaba los años quitándole minutos de vida a sus hinchas, que a pesar de eso nunca dejaron de alentar al Poderoso. Un jugador con muchas limitaciones pero que nunca dejaba de meter la pierna, por y para el pueblo. Un tipo tan querido que el respetable, después del bufido general de consternación por un autogol o penal del Boricua, terminaba riendo, resignada. El Boricua duró 8 años en el Medallo sin ganar un trofeo, pero ahí aguantó impertérrito imponiéndose en el área, imperial, rupestre y autoritario. Quedando en la eternidad, Boricua. Tú, Boricua, gran mariscal de los antihéroes, con pocos títulos pero mucha, mucha gloria. Que tu espíritu vuelva al Atanasio e insufle de ánimo a algunos pajizos que han vestido la gloriosa camiseta del Rojo. Nunca te vas a ir de allá.

Nota: Todavía no se pueden sentar, sigan así hasta el resto del año.



13 comentarios:

  1. *de pie
    Clap Clap Clap Clap Clap Clap Clap Clap Clap...
    Hasta siempre Boricua!

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  2. Bueno a todas estas, por que le decian "El Boricua"? Acaso tenia que ver el hecho de que tuviera tanto talento para el futbol como un uertoriqueño promedio?

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    1. Le dicen así porque en Barranquilla había un bailadero-bebedero donde se escuchaba salsa, el que aparentemente nuestro héroe acostumbraba a ir en sus años mozos. El sitio se llamaba "Boricua"

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    2. Algo así como apodarse hoy en día: Palmahía Cardona.

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  3. Enorme Post Don Ysec..... Adhiero totalmente, como no querer a un tipo así y más, cuándo los de hoy, cada vez son más flojitos para sudarla por su equipo. Como no admirar a un tipo que jugaba más por la plata y a pesar de su limitación, por amor al fútbol.

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    1. Si o no! En alguna parte leí que ganaba lo justo para el arriendo y la comidita, como cualquier colombiano promedio. Y que cuando lo convocaban a la selección le servía para cuadrarle el mes (con los viáticos). Un grande.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Sabrosoa nota , llena de palabras deliciosas y de verdades. Yo lo alente siempre y nunca lo vi desfallecer,era el gran guerrero atras,era el alma del rojo ,siempre luchandola fuera como fuera,que estuvieran las cosas.
    Jose: aun somos muchos los que te recordamos con cariño y agradecimiento.

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  6. Gran post maestro. Pudiste haber incluido el detalle del apodo en el escrito, pero lo aportas en los comentarios. Que bueno que hayan tenido los del poderoso un ícono de esas características.

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  7. Hombre, no me tocó la final de esa Copa América con Perú que fue la que a la postre marcó al pobre Boricua, pero si lo recuerdo de niño en el Medellín. Es una pena que en este país de mierda de esa época, por algo así lo signaran de la manera en que lo hicieron. Porque finalmente la jugada por la cuál lo empezaron a volver una broma viviente es mil veces más comprensible que, por ejemplo, la idiotez de Perea cuando recomprometió a Higuita en Italia 90. Afortunadamente logramos dejar de ser tan hijueputas como país y ahora cualquiera se puede recuperar de una vaina catastrófica. Sino miren a Robinson Zapata. Si el Boricua hubiera sido futbolista 10 o 15 años después, después de que este pueblo dejó de aferrarse a una sola cosa como si no hubiera posibilidad de ganar después, hasta un tipo como él podría haber disfrutado de otra forma de fama y de una mejor recordación. Muchas gracias don Ysec por este post.

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  8. Mi diocito nesesitaba un central para la seleccion selestial.

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  9. Mi diocito nesesitaba un central para la seleccion selestial.

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  10. Como lector de la Monserga sé que YSEC le tiene mucho cariño al Boricua; que lindo homenaje!

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