Mentiras e inventos: un corto recorderis de algunos metemonos del fútbol mundial

Mentiras y fiascos hay por todos lados. En algún sitio en el que trabajé llegó un brasileño a dictarnos un curso para el uso de un software. A todos nos cayó bien el tipo, buenísima onda y muy amante del fútbol (hincha del Atlético Mineiro), y para el tercer día del curso ya teníamos armado un Gran Cotejo Gran en el que el brasileño (no diré su nombre, sólo mencionaré que se llamaba Dionisio (?)) no sólo era el invitado especial sino que estaba en medio de un tira y afloje entre ambos equipos para que jugara con alguno de ellos. El día llegó, la cancha del pueblito donde trabajábamos estaba atiborrada de fanáticos, fanáticas e indias desdentadas (?), todos esperanzados en ver al brasileño que iba a derrochar magia en la cancha. Al fin el bando en el que Dionisio iba a jugar fué decidido por un amañado sorteo: el tipo entró a la cancha haciendo jueguitos y la verdad que la pinta del tipo destilaba samba (?) e ínfulas de crack: flaco, longilíneo, esmirriado, pelo largo atado con colita, una sonrisa de quien está acostumbrado a los flashes y a la adoración desmedida. El partido comenzó con el saque en la mitad de la cancha, Dionisio recibió el balón, lo pisó y se cayó. Bue, un accidente. Al toque se levantó y la pidió, le lanzaron un pase y el lo pateó con un rollo de cartulina mojado. Ajá. Al minuto recibió el balón, lo dominó y metió un pase al contrario. Jmm. A los 5 minutos ya se había comido 2 goles. Mmmh. A los 10 minutos ya todos estábamos cagados de la risa, sobre todo los del equipo contrario al de Dionisio. Terminó el partido y vinieron las cervezas, en las cuales todos asentíamos con diplomática cordialidad (?) las explicaciones de Dionisio que ni los guayos ni la cancha lo ayudaron. Un fiasco.

Me acordé de ésto ahora que elaboramos, en conjunto con la plana mayor del Politburó de LMDF, éste post en el que recordamos a varias de las mentiras del fútbol mundial. Esos jugadores que son producto del invento de prensa/hinchada/Playstation. Porque convengamos en que hay mentiras de varios tipos, onda piadosa ("No has aumentado de peso, mi amor, es el espejo que deforma la imagen"), o estilo puro cuento ("Lo que quiero que pase ésta noche es lo que tú quieres que pase" (?)). Así como en la vida, en el fútbol. Sabemos que la lista se queda microscópicamente corta, pero si se hace completa hay que abrir un nuevo blog. Consigan una vida (?).

Andoni Zubizarreta

Puesto fijo en la selección española durante casi 15 años: era más fácil que el rey Juan Carlos abdicara al trono que quitarle el puesto a Zubizarreta. Algo incomprensible, teniendo en cuenta que era de esos arqueros que no sacaban pelotas de gol, no le metían miedo a los rivales ni tenía partidos inspirados, pero la combinación de cometer pocas cagadas + tener presencia + ser de uno de los dos clubes grandes + ser grandote (?) generaba a la afición y técnicos españoles una confianza tal que nunca se supo si Urruti, Cañizares, Ochotorena o hasta el muerto de Paco Buyo la hubiesen hecho mejor en los 4 mundiales y 3 Eurocopas en las que la afizión (?) gritaba exultante "¡¡¡Coño, pero es que Zubi es un titán en el arco, no nos mete gol ni el ejército de Napoleón!!!!".

Luis Fernando "El Chonto" Herrera

Todo un símbolo de la defensa colombiana en los primeros años del proceso Maturana. Como lateral saltó a la fama gracias al famoso partido en Wembley en 1988 (sí, el del gol del gran Andrés Escobar) en el que practicamente se deglutió él solito al tremendo John Barnes, que ese día no la vió ni en la repetición. Pero gracias a ese partido el Chonto vivió mucho tiempo de la fama, siendo un fijo en la banda de la selección pero a la hora del té funcionaba como un eje de la intrascendencia, corriendo como loco, viviendo a mil (?) el partido, mandando centros a los centrales contrarios o al portero, banqueando a Wilson Pérez y ubicándose de tal manera que el equipo del frente pudiera armar con comodidad sus jugadas de ataque. Me matarán muchos con éste revisionismo histórico que planteamos, pero el Chonto es a big lie.

Claudio Suárez

Alguna vez lo reseñamos por acá: el caso es que un defensa correcto, bien ubicado y líder, que de todos modos no le llegaba al tercer círculo concéntrico del callo del pie derecho de un Paolo Maldini, pueda decir que jugó con la camiseta de su selección 178 veces, da para concluir que lo mejor que uno puede ser en la vida es ser futbolista. Claro, jugar contra Estados Unidos, Canadá, San Vicente, Guatemala y Barbados 10 veces cada una te suma un montón para la estadística.

Juan Pablo Sorín

Cuando uno es rápido, correlón, intenso, de esos que se tira en plancha a botar el balón cuando ya está afuera de la cancha, se tiene una gran base de marketing para venderle humo a la hinchada. Ahora, si además uno es peludo, loco (?) y juega de lateral, la gente se amontona para comprarle el cuento. Eso pasaba con Juan Pablo Sorín, que gracias a esa manera de actuar tan a lo Red Bull era uno de los preferidos de la gente, a pesar que no marcaba ni a la novia. Pero eso no le importa a la gente: Sorín era el jugador del pueblo (?), enjundia, pasión, fuerza y pocos resultados prácticos.

Juan Sebastián Verón

"Ex-tra-ordinariooo Verón" se solaza en cada partido Niembraaaa al ser testigo del enésimo pase al costado de Juan Sebastián. Porque Verón, otrora un grandísimo jugador, ahora se contenta con administrar lo más posible el 30% de estado físico que le queda de tiempos mejores, lo que lo lleva a caminar la cancha, cambiar de frente aún cuando esté en su terreno y no haya rivales y lateralizar hasta el hartazgo. Hasta al que no es hincha de Estudiantes o de Argentina le invade el desespero cuando ve a JSV meter con efecto un pase al compañero que está sólo, de lado, sin marca, y a menos de 3 metros de distancia. Lo que sí hace con mucha energía los 90 minutos es putear a los compañeros y boletearlos en público. Pero así y todo le alcanza a "Ex-tra-ordinariooo" Verón para ser convocado a la selección Argentina, incluso en el último mundial en el que su juego fué tan inútil que hasta el cabezón incoherente de Maradona lo mandó a la banca. Si es para caminar la cancha y mandar a la mierda a mis compañeros, para eso que me llamen a mí...

Cristiano Ronaldo

Ah, éste se nos coló... prosigamos. Perdón por el involuntario (cofcofcof) error.

Iván Kaviedes

Metió 43 goles en su primera temporada con el Emelec, una animalada si no nos detuviéramos a pensar en que los metió en Ecuador (?). Dicha hazaña lo catapultó a una fama que lo llevó a jugar en 13 equipos de España, Italia, Inglaterra, Portugal y México, en todos con resultados más tristes que una casa abandonada. Un delantero flaco, esmirriado, lento, sin remate de cabeza ni potencia tenía que tener algo que justificara su fama. Kaviedes no (?). Pero siempre era convocado a la selección ecuatoriana, donde tuvo al menos el honor de convertir el gol contra Uruguay que clasificó a su país al Mundial de 2002...