Dejen que la gente fume tranquila, hijos de puta

El Politburó de LMDF quiere hacer algunos comentarios respecto al sonado caso de la sanción a Wilder Medina.

1) Investigamos en recortes de prensa. Leímos doctos e incomprensibles libros de medicina escritos por tipos que deben oler a formaldehído. Ojeamos sistemáticamente ediciones de la revista "Scientific American" desde Enero de 1974. Consultamos en ediciones especiales del "Boletín de la ACADESDROSIDEN (Academia de Estudios Drogas Sicoadictivas de Engativá)". Le preguntamos a vecinos, amigos de los vecinos y a los dueños de las tiendas de las esquinas que abren hasta tarde en la noche. Hasta hicimos un sondeo de opinión entre los jíbaros amigos/conocidos. En ninguna de las fuentes consultadas, encontramos un caso de Muerte por Sobredosis de Marihuana.

2) Rehicimos nuestra ya vetusta (?) agenda social, encontrando el rastro de algunos amigos cincuentañeros que llevan una larga carrera de más de 30 años consumiendo la Naturalia (?) sin efectos síquicos y/o mentales visibles. Lo máximo que se encontró fué una leve bacanería al hablar y un congelado gusto por Black Sabbath, Led Zeppelin o Jethro Tull.

3) Analizamos con detenimiento el efecto del consumo de marihuana antes (inmediatamente antes) de un partido. Nos acordamos del caso de un compañero de la U que tiraba más hierba que un terreno baldío del Estado: antes de un crucial (o no (?)) juego, el tipo se zampaba un tabaco más armado que Corea del Norte. Durante el partido al man se le notaba como si nada, aunque tenía más visión la repentización no era su fuerte (?). Al final nuestro amigo quedaba tirado en la manga, con los ojos abiertos como dos platos mirando al firmamento, buscando (de pronto) el balón que había botado cuando intentó hacerse ese gol desde 60 metros. En ese caso el único efecto positivo de la marihuana era que le daba la excusa para justificar lo muerto que era. 

4) Imagínate lo que debe ser soñar toda la vida con triunfar en América, Millonarios, DIM, Nacional, Junior, pero en cambio tener que hacerlo en el Tolima. Salir a la cancha cada semana para verse en un estadio con 300 pelagatos que hacen menos ruido que las cornetas que llevan para amenizar el partido (¿cuál es la obsesión de los ibaguereños con las cornetas?). Y para rematar voltear al banco y ver ésta cara (?). Cualquier efecto que se busque con una droga blanda es plenamente comprensible.

5) Wilder Medina es un goleador de puta madre. Siempre lo ha sido, en un país en el que los 9 son una especie que se debe proteger y preservar, por las malas rachas acostumbradas de los titulares (ejem, ejem). A Wilder Medina lo han sancionado un par de veces, y siempre que vuelve pareciera que llevara 3 días retirado. Una sanción por un año es cortarle las piernas, cagarle la carrera (que no se ha ido al carajo a pesar de todo), obligarlo a que busque alguna distracción para llenar el vacío del tiempo libre. Que todos aquí sabemos con qué la va a llenar.

 "Essssssso..."

6) El fútbol colombiano está lleno de dirigentes que no le pagan salarios a sus jugadores (imagínate lo que es estar trabajando sin recibir nada a cambio por 2, 3, 4 meses). Clubes que tranzan partidos sin dar lugar a pruebas. Árbitros que le cargan la mano a ciertos equipos, de manera disimulada pero clara. Torneos con patrocinadores que presentan conflicto de intereses con algún participante. Contratos irregulares de jugadores y técnicos. Maletas con dólares que van circulando sin control en determinados días de Julio y Diciembre. Proveedores de bienes y servicios con monopolio asegurado a cambio de $iertos favore$. Pelaos que aún no cumplen 18 años que van al estadio a cagarse a patadas con otro. Botellazos que son amortiguados por la cabeza de los jugadores. Y nadie hace nada. Nunca pasa nada. Nadie toma medidas. Nadie propone sanciones.

7) ...hasta que se sabe de un tipo al que le gusta quemarse la punta de los dedos (?), y deciden castigarlo simplemente tener un vicio que no le hace daño a nadie, ni siquiera a él mismo...

Públicamente, queremos pedir que:

• Dejen vivir a la gente, hi-jos-de-pu-ta.
• Dejen jugar a la gente, hi-jos-de-pu-ta.
• Dejen fumar a la gente, hi-jos-de-pu-ta.