Atento Leonel: Edwin Congo sigue en actividad y no ha renunciado a la Selección

Cuando el país futbolístico ya lo tenía archivado en el mismo cajón donde se guarda la foto del Sporting de Barranquilla, la de Misael Ávila o el reglamento de la Dimayor de los torneos anuales y descensos por puntos, apareció hace unos meses Edwin Congo. O sea, no apareció (de hecho por eso fué que apareció, porque se desapareció... en fin), sino que se supo de él que "estaba en la bancarrota" (después él lo desmintió). La noticia generó una pequeña conmoción entre el conventillo (?) futbolístico de por acá. Injustificada conmoción, digo yo, porque: ¿quién de nosotros no le debe plata a alguien? ¿Quién está libre de deudas impagables o no tanto? ¿Quién está tan tranquilo como para ir por la vida sin azararse y pensar al menos una vez al mes la frase "Mierda, ahí está ese man al que le debo..."? A todos nos pasa (bue, a Bill Gates seguro que no), así que ¿cuál es la noticia? Sólo que uno no es famoso, y las afugias de los comunes en Colombia no le interesan a nadie.

El tema con Congo es que es uno de esos personajes a los que la vida los ha llenado continuamente de pequeños Baloto, sin que él compre números. Todos recordamos cuando explotó como delantero sensación en el Once Caldas 98-99, de tal manera que todos pensábamos que se iba a ir a algún club mediano de Europa a forjar su carrera. Mientras todos pensábamos eso, se fué al Real Madrid. Y ya se ha hablado hasta el hartzago de cómo fué su paso por el Real Madrid, en donde la pasó más desubicado que Wisin y Yandel en un Metalfest. El Real queriendo liberarse de él. Congo que no me quiero ir. Real que majo, aquí no vas a jugar. Congo que no me importa, me quiero quedar. Real que hala, entonces aquí te quedas sin jugar un minuto, eh. Congo que (lo dijo en TV) me da igual, en Real Madrid estoy de puta madre. Y se quedó Congo un tiempo, cobrando por entrenar y aguantándoselas todas. Después vino una alternancia de buenas y malas en su carrera en Europa, ultimamente en clubes cuyos nombres despiden un fuerte olor a amateurimo.

¿Y porqué carajo hablamos de ésto hoy? Porque acabamos de leer ésta nota en el mismo portal mala leche que se deleitó con maligna alegría de las desventuras económicas de Congo...

...en la que se ubica a Edwin en un equipo de la Liga Regional (en la práctica, de la Sexta División). En la nota, Congo dice algunas frases que queremos resaltar para la posteridad, y les juro que no hemos añadido ninguna afirmación producto de nuestra mente espuria:

• "La verdad es que ha sido algo bastante atípico. Se me ha dado la oportunidad de jugar en un equipo 'chico', pero que vive mucho el fútbol. Aquí espero ponerme a tono y esperar el mercado, que se abre en muy poco tiempo, para tratar de volver a un equipo de segunda o, por qué no, de primera." Nota del Politburó: A modo de advertencia, Edwin: el único mercado que debes esperar es el de la tienda de don Paco, cuando mandes a comprar para el almuerzo. 
• "Somos vecinos con él (el Presidente del Club). Así que me invitó a ponerme en condiciones físicas en su equipo y de paso darles una mano. Y lo he hecho con mucho gusto. Este equipo, aparte de su plantel de mayores, tiene a más de 180 niños en sus categorías menores y la verdad es que uno se siente muy feliz de tratar de ser un ejemplo para ellos. El que estos niños vean que yo jugué en primera creo que es un incentivo para que ellos también lleguen".  Nota del Politburó: Dicho de otro modo: "Si yo llegué a primera, cualquiera lo puede hacer". Honestidad brutal (?).
•  "Pero el que sea fútbol aficionado no significa que las condiciones en las que juega Congo sean siquiera parecidas a las del fútbol barrial nuestro. De aquellos potreros donde comenzó Edwin no hay punto de comparación con el Paiporta. "Aquí se juega en campos sintéticos. Aquí la pelota rueda mejor que en el Santiago Bernabéu (risas). Pero en Colombia tenemos esa picardía que no hay aquí, por eso somos diferentes. Uno de niño allá en nuestro país juega en cualquier espacio, con una pelota de trapo o con una lata en cualquier esquina", advirtió orgulloso de su pasado." Nota del Politburó: Ajá, y allá qué, ¿juegan con una bola de Jamón Serrano? No nos gastemos todas las frases de cajón, que nos quedamos sin nada para los que van para allá.

 En exclusiva (?), Congo en su nuevo club

• "Congo se despidió con una sentencia: "Ojo, yo también quiero volver a la Selección Colombia". Nota del Politburó: Yo también quiero jugar en la Selección, no rompas más las bolas, viejo armatroste (?).
• Mi ilusión es regresar a la Selección Colombia. Sé que es complicado pero voy a trabajar para ser una opción". Nota del Politburó: Bue, sin abusar, ahora sí: ???????????????????????????????????????????????????.
•  "Sería lindo volver a jugar en Colombia. Pero a veces pienso que no todos pueden jugar en Europa y esa bendición la tengo yo". Nota del Politburó: Menos mal que no se ha querido regresar, porque sino seguro Jorge Ciro lo anunciaba como flamante refuerzo para el DIM 2012.

La verdad, luego de leer ésta nota, no sé si pensar que:

• Edwin Congo es un ejemplo de perseverancia.
• Edwin Congo se pasa de calidad hablando mierda.

Y me queda la duda, pero me inclino por la segunda...